La primera versión del prototipo inevitablemente conduce a un problema de decisiones obvias, porque la opción óptima siempre es una sola. Esto es: si aumenta la cantidad de agua en el caldero, es necesario más temperatura, y si aumenta la cantidad de temperatura, es necesario más agua; y al revés.
​
Aún así, es un juego cuyas decisiones son una prueba de destreza, determinadas por el factor tiempo. Es decir, se debe estar atento a reequilibrar los elementos antes de que se termine el Tiempo de Desequilibrio. Sumado a esto, otro elemento importante es el de la Anticipación: estar a la expectativa o pendiente de ese momento de tomar la decisión correcta. Esto ofrece, en principio, la tensión buscada.
​
Ahora bien, el problema surge cuando se supera el nivel: deja de haber rejugabilidad, en tanto que esa prueba de destreza se torna en decisiones obvias, porque ya conocemos qué sucede en cada segundo, de manera que ya tampoco hay expectativa.